Escribí este cuento y ahora dudo: ¿No será para grandes más que para chicos? Lo copio acá a ver si alguien quiere ponerlo a prueba...
FIN DE SEMANA
-Buen día, niños... -Buenos días, señorita.
Así comienzan los días de clase en casi todas las escuelas del país, salvo en las nocturnas. Pero en la clase de la maestra Carmen las cosas empiezan de otro modo.
-A ver... Santiago, ven al frente. Hoy contarán qué han hecho durante el fin de semana y con eso pasaremos la primera hora. Comienza: ¿qué hiciste este fin de semana? -¿El fin de semana? ¿Yo? -Sí. -El fin de semana ha sido como siempre, ocasión para el descanso y el encuentro de la familia. -¿Dónde se encontraron? -En la casa de mi tía Felisa, la que tiene bigotes. -¿Tu papá, fue? -No, él no se encontró. Pero mi mamá, sí-. Continúo. La calle estaba llena de agua debido a la lluvia. -¿Por qué hablas con
elle? ¿Acaso no sabes que en nuestro medio se emplea el sonido
ye como
elle, y está mejor visto decir
caye que
calle? -En mi casa me tienen prohibido hablar mal. Mi mamá es maestra y mi abuela también. -Bueno, son maestras de antes, querido Manuel... -Yo no soy Manuel Zaldivar. Manuel es mi hermano. -Cierto, Manuel era tu hermano. -Es, sigue estando, pero ahora en tercer grado. -Bueno, continúa con la visita. -En la casa de mi tía Felisa fuimos recibidos con café con leche y factura. Yo no quería medialunas sino tortitas negras. No había y me enojé, pero no dije nada porque éramos invitados y teníamos que demostrar buena educación. Mi mamá, en cambio, se avivó y...
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